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Muerte a la procrastinación

En los años noventa, las típicas distracciones de los estudiantes solían ser dibujar con el boli, hacer alguna que otra visita al frigorífico, coger la guitarra llena de polvo para tocar cuatro acordes, o incluso echar un vistazo al álbum de fotos del viaje de estudios.

Los de aquella generación sabéis de qué hablamos, ¿verdad? Cuánto tiempo habremos perdido en vez de estudiar… Pero lo cierto es que en cierto modo fuimos unos afortunados. Imaginaos lo que es estudiar hoy con WhatsApp, Instagram, Facebook, Twitter y todo lo demás.

Por eso Mick Adams, el co-fundador de la startup Tynilogics, acaba de sorprender al mundo con una simple y gran idea: Foci.

Un nanodispositivo anti distracciones

Foci es un pequeño dispositivo, fácilmente colocable en la cintura, que realiza un seguimiento de nuestra respiración y analiza los resultados proporcionando un resultado sobre nuestro estado mental.

En la aplicación se ven unas burbujas de colores que indican si estamos enfocados, distraídos, estresados o en un estado de rendimiento máximo.

El móvil, malvado y salvador a la vez

Como a mucha gente, en la universidad a Mick le costaba mucho concentrarse por culpa de las redes sociales. Él era consciente de esto y sabía que la sociedad también, pero veía que nadie hacía nada por remediarlo.

Mick era consciente de que no iba a ser fácil y desde luego imposible eliminar las distracciones del todo, pero sabía que se podrían llegar a controlar.

El primer objetivo de su nanodispositivo era mandar avisos vibratorios al móvil (sí, al móvil, el objeto de nuestros desdichas se convierte en salvador) cada vez que este detectaba que la persona no estaba concentrada con su tarea o estudio. De este modo la persona sería consciente de que no se estaba centrando y volvería a concentrarse.

Sin embargo, quiso sacarle más jugo a su invento.

La procrastinación es como fumar: se puede dejar

En la nueva versión de Foci, la aplicación está diseñada para sugerir estrategias mentales que contribuyan a una mejor concentración y, de paso, nos ayude a cambiar algunos malos hábitos. Por ejemplo, si cuando nos cansamos de hacer lo que debemos estar haciendo tendemos a entrar en las redes sociales, podemos introducir este dato en la aplicación y la siguiente vez que Foci detecte cansancio a través de nuestra respiración, nos sugerirá alguna otra actividad no relacionada con el móvil, las redes y demás círculos viciosos.

Según Adams, esta plus del dispositivo funciona muy bien… pero al parecer, la gente no la suele usar, o quizás lo prueban una vez y luego se olvidan de seguir haciendo uso de ella… Pero ¡oye!, todo se puede mejorar y no podemos negar de que esto del Foci es una genial idea.

Lo cierto es que a los Lombokers, que prácticamente vivimos de la calidad de nuestra concentración, el invento de este joven emprendedor nos viene que ni al pelo. ¡BRAVO, MICK!

 

Fuente vía: Fast Company

Muerte a la procrastinación
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